El informe de auditoría es la conclusión a la que llega el auditor tras la revisión y verificación de una serie de documentos contables como son el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias, la memoria y el informe de gestión.

Es coherente, por tanto, la idea de que este informe se convierte en un valioso aval ante, por ejemplo, la concesión de un crédito, la venta de la empresa o cualquier justificación contable ante terceros.

Esa es la explicación de que, desde 1990, la Ley obligue a ciertas sociedades a adjuntar dicho informe en la presentación de cuentas ante el Registro Mercantil.

Sin embargo, el 20% de las auditorías realizadas ostentan el carácter de voluntario, las cuales pueden presentarse en el registro o servir simplemente para uso interno, puesto que no existe obligación de depósito en el Registro Mercantil.